“Turismo e identidad basada en la naturaleza” es el nombre del proyecto ejecutado por CEAZA que tiene como propósito impulsar y revalorizar el turismo a través de la identidad natural y cultural de la Región de Coquimbo, es financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional. En una entrevista con el académico e investigador Pablo Ramírez, relator de capacitaciones de este proyecto y miembro de la Escuela de Ingeniería en Gestión de Expediciones y Ecoturismo de la Universidad San Sebastián, conversamos sobre algunos aspectos importantes de la relación con el turismo, naturaleza e identidad.
En este contexto, Pablo Ramírez diseñó sus clases con un enfoque práctico y participativo, donde consideró desde la identificación de oportunidades de emprendimiento basadas en la naturaleza hasta la creación de propuestas creativas que resalten la riqueza natural y cultural de la región. Además, se exploraron estrategias sostenibles para el turismo, fomentando la conservación y el respeto por el entorno.
De modo general ¿Qué herramientas entregaste en el contexto de los talleres de proyecto de ciencia y turismo de CEAZA?
Principalmente se entregaron herramientas técnicas para diseñar experiencias turísticas desde el desarrollo de un mapa de empatía, elaboración de elementos para construir un storytelling y también la puesta en valor del producto y de la experiencia ecoturística que se quiso desarrollar. Además, no es simplemente entregar conocimientos teóricos, sino que a través de ejercicios y trabajo práctico ellos pudieron exponer y presentar una experiencia diseñada en estos talleres.
¿Cómo definirías la experiencia turística?
La experiencia turística, en mis palabras, es el conjunto de elementos tangibles e intangibles que van a generar un momento memorable, en la vivencia que va a tener el turista o visitante en el lugar al que está acudiendo o disfrutando. Es súper importante porque es una mezcla de elementos que él puede tocar o palpar, como también elementos sensoriales que a él le van a dejar un recuerdo único de ese lugar y que va a generar la memorabilización, un efecto muy importante en el diseño de una experiencia turística.
¿Cómo generar una experiencia turística memorable? ¿Se necesita necesariamente de una inversión económica importante?
Para nada se necesita una inversión para desarrollar una experiencia turística memorable. Por el contrario, aquí el principal elemento a desarrollar es la creatividad, la capacidad que tengan las personas de poder articular algo con los elementos con que ya cuenta, tangible e intangibles. Ya sea en su propio proyecto como en su entorno, para poder generar una experiencia sustentable y memorable. Por lo tanto, requiere la capacidad de observar, de analizar el entorno, de comprender muy bien al turista: sus motivaciones, sus deseos, sus estilos de vida.
¿Qué puede aportar el conocimiento científico a las experiencias turísticas?
Con respecto a la visión científica, es muy importante, porque una de las claves de la experiencia es el desarrollo de las “tres E”: entretención, emoción y educación. Esa E de educación, es muy complementaria a lo que es la formación científica que el actor turístico le puede entregar al turista. Es entregar no solamente un lugar para entretenerse y pasarlo bien memorablemente, sino también para educar: nombres científicos de cierta flora, fauna, geológico, el entorno ambiental, la astronomía, etcétera. Es el minuto en que el actor turístico debe tener una buena capacitación científica de su entorno, así como sus guías, su personal, para poder entregar un conocimiento técnico de una manera entretenida, lúdica, creativa, sustentable. Si tiene que entregar un conocimiento técnico, ahí hay una relación directa con la ciencia, con entregar información concreta, veraz y comprobable.
De acuerdo a tu visión, ¿Cuál es el potencial de la Región de Coquimbo para desarrollar un turismo sostenible y científico?
Con respecto a mi visión del turismo a nivel regional, creo que tiene muchas potencialidades y oportunidades para desarrollar ya que tiene un territorio muy amplio y diverso geográficamente. Ya sea los valles, en la cordillera, en la costa, en el cielo de la Región de Coquimbo, la capital del astroturismo en Chile. Hay una serie de elementos científicos que se podrían utilizar como herramienta para un desarrollo de distintos tipos de experiencias a nivel regional. Hay complementariedades territoriales que van a poder generar oportunidades para desarrollar experiencias, tal vez la palabra no sean circuitos ni tour, que es lo que tradicionalmente se diseña, sino que ahora el paso es cómo esta diversidad geográfica cultural y estos recursos naturales existentes en el territorio se podrían transformar en experiencias y crear una red de experiencias, creo que ahí está el gran desafío de la Región de Coquimbo. Crear la primera red de turismo de experiencia, que sea científico y que podrían transformarse en una región modelo ya sea a nivel nacional e inclusive internacional.
La iniciativa ha sido bien recibida entre los participantes, que son parte de las capacitaciones que han estado a cargo de los profesionales Claudia Hernández, Andrea Troncoso, Pablo Ramírez, Gabriel Inostroza, Javiera Díaz, Andrés Ried y Damari Acevedo. Con este enfoque innovador, el proyecto FIC de CEAZA está dejando una huella significativa en el sector turístico de la Región de Coquimbo, consolidando la conexión entre la comunidad local, la naturaleza y los emprendedores del área.
Fuente: Ceaza.